Este piso no busca destacar. Es sencillo, está bien resuelto y tiene lo que se necesita para vivir cómodo.
Abajo, lo cotidiano fluye con naturalidad: un salón donde apetece parar un momento, una cocina funcional con luz natural y un baño completo que cumple sin ocupar de más.
Arriba, la habitación abuhardillada cambia el ritmo. Es amplia, luminosa y ofrece ese silencio que se agradece al final del día.
Travesía del Prado es tranquilo, pero bien conectado. Autobuses que te llevan al centro o a la estación, tiendas de las de siempre —supermercado, farmacia, panadería—, espacios deportivos y zonas verdes donde moverse o simplemente caminar.
No es un lugar que llama la atención. Es uno que funciona.
Y a veces, eso es justo lo que se necesita.
Requisitos:
Para asegurar una estancia tranquila y sin contratiempos, se solicita un estudio de solvencia.
Los interesados deberán aportar contrato de trabajo, DNI o NIE, y las dos últimas nóminas.