Hay casas que cuentan historias y otras que las inspiran. Este apartamento es de los segundos. Un dúplex singular, de esos que no se encuentran todos los días, donde cada rincón tiene carácter.
Subes tres plantas –sí, sin ascensor, pero valdrá la pena– y llegas a un espacio abierto, luminoso y con ese equilibrio entre lo rústico y lo moderno que lo hace único. Abajo, la cocina, el salón y el baño se integran en un ambiente diáfano, con suelos de gres y vigas vistas que le dan calidez. Arriba, el dormitorio abuhardillado te envuelve con su techo de madera, mientras que el suelo de cristal añade un toque inesperado.
Desde las ventanas, Segovia se muestra en todo su esplendor: la Catedral, el Pinarillo, la Mujer Muerta… Las vistas son de esas que te obligan a parar un segundo y respirar. La luz entra a raudales, haciendo que cada rincón cobre vida.
La calefacción es eléctrica y el edificio, con solo tres viviendas, garantiza tranquilidad. Estás en pleno casco histórico, con todo lo que eso implica: calles con historia, rincones con encanto y la comodidad de tener bares, tiendas y servicios a un paso. El transporte público te conecta con el resto de la ciudad, aunque aquí, lo mejor es perderse andando y dejarse llevar.
Si buscas un lugar con personalidad, este apartamento tiene mucho que decir. Ahora solo falta que alguien lo haga suyo.
Requisitos:
Para asegurar una estancia tranquila y sin contratiempos, se solicita un estudio de solvencia.
Los interesados deberán aportar contrato de trabajo, DNI o NIE, y las dos últimas nóminas.